El dolor de espalda es sin duda uno de los problemas más comunes en la sociedad moderna. Todavía no está totalmente claro cual son los mecanismos en la base de la patología y por esta razón las estrategias de intervención muy eficaces para resolverlo resultan ser hasta la fecha muy limitadas.
Entre las pocas causas reales de la aparición del dolor de espalda, un lugar de primaria importancia se lleva a cabo por el mal uso del diafragma y del escaso conocimiento de sus funciones. El diafragma aparte de ser un músculo primario de la respiración y permitir por lo tanto meter aire en los pulmones para oxigenar el cuerpo, contribuye a reducir las cargas sobre los discos intervertebrales y sobre todas las otras estructuras que que la componen (articulaciones, ligamentos y músculos) , participando al complejo mecanismo de estabilización de la columna vertebral.
Anatomía y funciones del Diafragma
El diafragma es un músculo en forma de cúpula, que separa la cavidad torácica de la abdominal. Es el musculo que desde el nacimiento utilizamos durante cada acto respiratorio, tanto en reposo como bajo esfuerzo, aunque en este último caso su acción es apoyada por la de otros músculos definidos accesorios de la respiración, que tienen la tarea de elevar la caja torácica y permitir de este modo a los pulmones de llenarse de más aire. Simultáneamente a la función respiratoria, el diafragma desarrolla otra función importante, definida postural.
Con cada respiración, de hecho, el diafragma se contrae y desciende en dirección de la cavidad abdominal para atraer el aire al interior de los pulmones. Al mismo tiempo esto conduce a un aumento de la presión al interior de la cavidad abdominal contribuyendo así a la estabilización de la columna vertebral.
El diafragma y el dolor de espalda
La función postural del diafragma es muy importante tanto en el tratamiento como en la prevención del dolor lumbar, ya que reduce las cargas que actúan tanto sobre las vertebras que sobre los discos intervertebrales. Muchos estudios han demostrado como las personas que sufren de dolor de espalda tengan todos en común una activación insuficiente del diafragma con consiguiente reducción de la funcionalidad de los músculos abdominales.
La consecuencia directa, es la activación repetida y sostenida de los músculos superficiales de la espalda, que en parte proporcionan estabilidad a la columna vertebral, pero al mismo tiempo reducen la movilidad de la espalda, causando un aumento de la compresión de las vértebras y de los discos intervertebrales y en consecuencia la aparición del dolor.
También los músculos, como accesorios de la respiración se convierten en primarios, lo que dando origen a alteraciones posturales que provocan dolores a los hombros y el cuello a menudo asociado con dolores de cabeza molestos.
Respirar correctamente utilizando el diafragma, permitiendo la oxigenación de la sangre y previniendo la aparición de problemáticas a la espalda también tiene muchos otros beneficios: mejora el suministro de sangre a las extremidades inferiores y favorece el drenaje linfático de las mismas.
Por último el diafragma reviste una gran importancia también en el plan emocional, contribuyendo a gestionar el estrés y los estados de ansiedad. Los motivos por los cuales sin de temprana edad se pierde la sana costumbre de respirar con el diafragma son diferentes: el estrés, la ansiedad, posturas equivocadas y actividades deportivas incorrectas, solo para citar algunas.
Osteopatía funcional y Diafragma
Uno de los primeros mecanismos en los que la osteopatía funcional interviene es la respiración diafragmática.
A través de técnicas funcionales se estimula el sistema nervioso central para reactivar la actividad del músculo diafragma, mientras con el utilizo de técnicas osteopáticas se restablece la justa movilidad de las costillas y de la columna vertebral para permitir una correcta expansión de la caja torácica.
Además al paciente, desde el primer tratamiento les se enseña una serie de ejercicios que podrá desarrollar con completa autonomía en los días sucesivos al tratamiento para asegurar que el correcto mecanismo de la respiración se convierta en un automatismo y una sana costumbre. De este modo no solo se cura el dolor de espalda, pero, sobre todo, se previene la aparición de hernias discales y la degeneración de la columna vertebral, además, por supuesto, a todos los otros beneficios mencionados anteriormente.